Muchas personas habrán comprobado, involuntaria y accidentalmente, que arrojar agua al aceite ardiente no es el mejor método para apagarlo. Este experimento de laboratorio es una forma de corroborarlo y de observar los efectos que tiene este inadecuado método de extinción.
Precauciones
- El experimento del aceite no debería realizarse en vitrina si la llama alcanza demasiada altura. Convendría, pues, hacer pruebas a pequeña escala en un lugar del laboratorio despejado y sin riesgo de incendio. Si alcanza mucha altura, es mejor hacerlo en algún lugar despejado del laboratorio, de techo alto.
- El experimento del queroseno desprende humos negros, por lo que es aconsejable la vitrina (siempre que las llamas no sean muy altas) o un lugar bien ventilado.
- El operador debe usar gafas y debería estar protegido por una pantalla porque los materiales ardientes pueden saltar en cualquier dirección.
Materiales y procedimiento
- Crisol de níquel
- Aceite de cocina (unos 3 cm3)
- Triángulo de porcelana, trípode, mechero Bunsen
- Superficies resistentes al calor
- Guantes resistentes al calor
- Pequeño plancha metálica (de aluminio, por ejemplo)
- Tubos de ensayo
- Vara (puede ser una regla de medir), pinzas
- Cinta Adhesiva
- Montar el equipo en un lugar despejado del laboratorio, sin nada encima que se pueda incendiar. Cubrir la mesa de demostración con superficies resistentes al calor porque se derramará aceite ardiente.
- Calentar el aceite, contenido en el crisol, con el mechero Bunsen.
- Cuando el aceite entre en combustión, apagar el mechero.
- Tapar el crisol durante unos segundos con la plancha metálica para sofocar el fuego.
- Retirar la plancha con los guantes adecuados o con pinzas y comprobar si el aceite vuelve a entrar en autoignición.
- Si se ha apagado definitivamente, volverlo a encender y añadir unos 5 cm3 de agua desde un tubo de ensayo que esté sostenido por unas pinzas adosadas a una vara larga (puede ser, por ejemplo, una regla de medir de madera, de un metro). -arcilla. Doble los extremos de los cables del triángulo alrededor del armazón del trípode para fijarlo en su posición, de modo que el crisol no se vuelque cuando la llama se sofoca.
Variante
En sendos vasos de precipitados de 500 mL se vierte unos 50 mL de queroseno. Se aplica fuego a ambos. Si se añade agua a uno de ellos, se observará que esta no es efectiva para apagar el fuego. Sin embargo, si se agrega tetracloruro de carbono al segundo vaso, la llama se apagará de inmediato en medio de una humareda negra.
Bibliografía
- Fleming, Declan. A flash in the pan. Education in Chemistry 2017. https://eic.rsc.org/exhibition-chemistry/a-flash-in-the-pan/3007814.article (vista en octubre de 2018)
- Fine, Irving. Some spectacular experiments in chemistry. J, Chem. Ed. 1931, 8, 929. DOI: 10.1021/ed008p929.
- Gavira Vallejo, José Mª; Paredes Roibás, Denís. Química insólita. Certificado de Formación del Profesorado (Cursos de Formación Permanente de la UNED); Dpto. Ciencias y Técnicas Fisicoquímicas, 2018.
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