Un mechero de alcohol se puede encender con permanganato y sulfúrico

El sulfúrico tiene un gran poder deshidratante. Por ejemplo, es capaz de quitar el H y dos O al ácido permangánico (HMNO4) para formar Mn2O7, compuesto que oxida fácilmente al algodón. El calor desprendido es tal que se puede encender fácilmente un mechero de alcohol. 


Precauciones

  • El ácido sulfúrico es corrosivo; el permanganato potásico es irritante.
  • Úsense gafas de protección.
  • Deshacerse de los residuos según la normativa local.
  • No conviene realizar estos experimentos a mayor escala de la indicada.

 

Materiales y procedimiento

Se necesita:

  • 2 cm3 de ácido sulfúrico concentrado
  • 1 g de KMnO4
  • 2 vidrios de reloj
  • Superficie ignífuga
  • Algodón
  • Varilla de vidrio (unos 30 cm de largo)
  • En una habitación bien ventilada o bajo campana extractora colocar dos vidrios de reloj sobre una superficie ignífuga.
  1. Agregar al primero 2 cm3 de ácido sulfúrico concentrado y al otro una espátula de KMnO4.
  2. Colocar una bola de algodón sobre la superficie ignífuga.
  3. Sumergir el extremo de la varilla en el ácido para recoger una gota, tocar el KMnO4 e inmediatamente después tocar la bola de algodón.

Pasados unos segundos, la bola se encenderá. Si en vez de usar una bola de algodón la mezcla se aplica a la mecha de un mechero de alcohol, este se encenderá.


Variantes

  • El experimento funcionará con otras sustancias orgánicas, pero no debería usarse cualquiera porque la reacción puede ser más violenta.  Sí se puede, en principio, emplear distintos tipos de tejidos para probar su facilidad de oxidación, e incluso mojarlos con acetona para facilitar la inflamación. Pero en estos casos las pruebas deberían realizarse en campana extractora, ya que se está experimentando y no se sabe qué gases se van a producir.
  • Si se mezcla un poco de permanganato potásico con una gota de sulfúrico y la mezcla se pone en una superficie ignífuga (por ejemplo, un ladrillo), al dejar caer sobre ella una gota de alcohol se producirá una reacción muy exotérmica que en ocasiones es explosiva (trabajando a pequeña escala y con la debidas precauciones, se tratará de una pequeña explosión, no peligrosa).
  • Otra alternativa consiste en verter un poco de alcohol o acetona en un tubo de ensayo y, con una pipeta de vidrio, introducir con mucho cuidado una capa de ácido sulfúrico debajo del alcohol o la acetona. Al ser el sulfúrico mucho más denso, en principio habrá dos capas, aunque la tendencia con el tiempo será a que se mezclen por difusión (no añadir el alcohol o la acetona sobre el sulfúrico). Después se van echando poco a poco cristalitos minúsculos de permanganato de potasio en el tubo de ensayo. Conviene apagar las luces para observar mejor el efecto, que podría resultar parecido al de una tormenta eléctrica.

 


Bibliografía

 

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